El Pincho de Lechazo

TRASPINEDO: CUNA DEL PINCHO DE LECHAZO

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Los comienzos de este modo tan delicioso y particular de preparar en Traspinedo el lechazo en pinchos se remontan al siglo XIX ante la necesidad de los trabajadores, sobre todo los jornaleros del campo, de comer caliente y de una forma sencilla sin tener que llevar utensilios de cocina. Entonces las tajadas de lechazo, troceadas en un tamaño homogéneo y previamente sazonadas, se insertaban en una vara verde de mimbre o sarmiento (palo de la vid) y se ponían a asar -sobre unas piedras de apoyo- en las brasas que reposaban en la tierra. Los pinchos se giran cada poco tiempo para que la carne vaya tomando color y se haga igual por todos los lados.

Con el paso de los años vecinos y visitantes siguen disfrutando del exquisito sabor del plato típico de la localidad tradicionalmente en bodegas y merenderos particulares en distintas celebraciones y eventos, y en compañía de familiares y amigos, lo que da un carácter social y popular al manjar estrella de la villa. Fruto del ingenio de aquellas personas, ya en el último tercio del siglo XX, comenzaron a aflorar iniciativas para comercializar el delicioso plato culinario en negocios de hostelería que fueron surgiendo en la localidad, para ofrecer el afamado producto a vecinos y visitantes.

Y es que los pinchos de lechazo a la brasa de sarmiento al estilo de Traspinedo, son una delicia gastronómica por su aportación alimentaria y su sencillez en la elaboración. Las barras que se utilizan en la actualidad son metálicas, de acero inoxidable, y los asadores son modernos. A parte del buen hacer de los hosteleros, los ganaderos dedicados a la cría del ovino de raza churra y carniceros de la localidad -con sobrada experiencia en trocear la carne al pincho- contribuyen también a que el asado sea exquisito pues la materia prima es fundamental en este proceso, junto con el troceado para conseguir un producto de calidad acorde a las demandas de los clientes.

Si en el año 1958 el vecino de Traspinedo Eladio Sinovas Bazán fue invitado a la Feria del Campo de Madrid para preparar una degustación del ya famoso pincho de lechazo a la brasa originario del municipio, la histórica tradición gastronómica y la calidad del producto elaborado por los establecimientos hosteleros adscritos a la Asociación de Asadores de Traspinedo queda recogida de una manera acreditada y visiblemente identificada bajo la marca ‘Pincho de Traspinedo’ obtenida en el año 2014.

Este asado es patrimonio gastronómico de la localidad y Traspinedo lleva con gran orgullo en su historia ser la cuna del pincho de lechazo asado al sarmiento.

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JORNADAS GASTRONÓMICAS ‘EL SABOR DE LA TIERRA’: LA FERIA DEL PINCHO DE LECHAZO

Traspinedo rinde culto al producto estrella a diario, y con especial relevancia promocional y presencia multitudinaria cada año (a finales del mes de septiembre) en las Jornadas Gastronómicas ‘El Sabor de la Tierra’, más conocidas entre vecinos y visitantes como la Feria del Pincho de Lechazo donde los mesones elaboran y dan a probar unos menús especiales en los que el rey de la cocina y del plato es el pincho de lechazo churro a la brasa de sarmiento, que también se puede degustar, junto a otras delicias, en las casetas gastronómicas ubicadas en la calle donde los puestos artesanos, los talleres participativos y la animación musical son el complemento a la cita festiva.